Felicitar a alguien con una tarjeta hecha a mano no tiene precio, es muy individual y única, aun mas sabiendo los intereses u aficiones de la persona.
Me gusta ver la reacción: primero confusión, luego sonrisa y muchas veces lagrimas en los ojos, estos momentos más que nada valoro en la vida, cuando unos trocitos de papel , tela y otros complementos – ¡PUEDEN EMOCIONAR! (sobre todo hoy en día cuando tecnología e industria están en lo más alto y ya se invento de todo).
Momentos así, me inspiran y dan ganas de seguir creando y inventando!
que bonitas :)
ResponderEliminartienes razón, felicitar a lguien con una algo hecho por ti es un gran gesto!