Las PLUMAS de Santa Teresa

la variedad blanca

son realmente bellas

la variedad rosa

estas tengo hace desde 3 años

Con la llegada del frio más profundo empiezan a florecer las “plumas de Santa Teresa”. Parece increíble que esta planta crasa con tan poco atractivo en otras épocas del año puede regalar estas bellas y complejas flores en invierno.

Me hacen recordar las épocas de mi infancia. En casa de mi abuela estas plantas ocupaban toda la cocina. En invierno las teníamos que sacar a la primera entrada de la casa (las entradas en Ucrania por el frio en casas particulares son dobles) pues allí hacia unos 3-5 grados. Dentro de dos semanas las plantas se cubrían por entero de preciosos capullos rosa. La pequeña primera entrada se convertía en un jardincito encantado donde reinaban las “plumas de Santa Teresa” plantadas en todo tipo de cacharros y ollas viejas. ¡Este conjunto tan rustico y natural me dejaba unos instantes maravillada observando su belleza!

Quizás por este mismo motivo, las tengo en mi jardín, solo que ahora estoy en un país cálido y soleado.

Y con cada invierno y con cada floración me traslado en aquellos años, recordando las visitas a la casa de mis abuelos…

♥♥♥